viernes, 26 de septiembre de 2008

Hermanos de la Hoja Arcana

A veces pienso en lo rico del conocimiento que uno adquiere con las experiencias vividas. Es increíble cuanto que uno puede aprender en un par de años. Imaginarse así los conocimientos que nosotros los elfos podemos acumular, la diferencia del resto de las razas que podemos generar, es un rango intelectual que difícilmente pueda ser cruzado.
Pensar entonces en la sabiduría del Loremaster Arnemar, nuestro conductor, el elfo de más edad de nuestra pequeña comunidad, desequilibraría a mas de un alto mago de las grandes ciudades. Y eso que no era un elfo venerable, la mayoría de los elfos venerables habían exiliado en la migración a Eterniôn.

Todavía me acuerdo cuando nos enteramos de que las horribles criaturas que se llaman Phaerimm nos atacarían, gracias a un enviado de los en ese momento neutrales Umbras, que se acercaba con propuestas de alianza para repelerles.
Yo no sabía que eran o que buscaban los phaerimm, pero por el aspecto de los Umbras, los primeros no podían ser peores...
Humanoides simil humanos, mezclados con la propia esencia de la sombra, al punto de que la manipulación de la misma es poco mas que un juego para ellos. Claro estaba que en algún momento fueron humanos, pero ahora estaban atados... corrijo, potenciados por el poder de manipular la oscuridad a sus anchas. Y una sociedad liderada por seres que se mueven en las sombras y que la manipulan a voluntad, no puede tener nada bueno.

Pero el Loremaster Arnemar solo tardo un ciclo del sol en responderle al emisario. Luego de informársele la propuesta, él pidió hasta la noche siguiente para pensarlo, dado que aquel momento del día le sería mas propicio a el Umbrino que se presentó como Hadrune, quien accedió al pedido.

Arnemar se internó en el salón de los documentos antiguos mientras el sol estuvo dando color al bosque. En ese tiempo el no le respondió a nadie, y se abocó a la lectura de multiples textos de gran antigüedad.

Mientras nuestro guía la pasó aquel confuso día enclaustrado en Salón de los Conocimientos yo empleé mi ingenio para averiguar que pretendían estos humanoides de ambigua conciencia.

Hubiera sido mas fácil pensar en los umbrinos, como un grupo más de humanos que poblaba el norte de Faerûn, pero teniendo en cuenta los hechos de que recientemente llegaron a el plano material, tras siglos de vivir en el plano de las sombras, los descendientes de un antiguo imperio perdido que en su momento ostentó los mayores poderes y dominios que el Arte le podía haber otorgado a un mortal, esto ponía a mas de uno los pelos de punta y un estado de alerta permanente.
Además de que en el pasado, milenios atrás, esta población era extremadamente poderosa, no era un imperio pasivo, sino que constantemente buscaba extenderse, geográfica y comercialmente. Pero luego de la caída de las ciudades flotantes de Netheril, se creyó el imperio habría desaparecido del todo.
Ahora, el factor de que volvieron, no solo pone en alarma a todo Faerûn debido a el pasado de los mismos, sino que su regreso, procedente del plano de las sombras puede que tentándoles con promesas de gran poder, el mismo plano haya oscurecido aun más las almas de esas gentes.

El poco mas de un siglo de estudio de la historia y los antiguos saberes y control del arte, me habían permitido empezar a desarrollar la antigua tradición de los Duskblades, hermanos elfos que vivieron en la época de la edad dorada del imperio de Miyeritar, tiempo antes de la existencia de Netheril. Esta misteriosa orden élfica, siglos atrás enterrada, había logrado eficientemente combinar las habilidades marciales y arcanas en perfecta sinergia, de manera que sus impresionantes habilidades, que dejaban a mas de uno esperando a un guerrero o un mago, dándole a sus contrincantes una sorpresa, que, de seguir vivos, nunca olvidarían.

Para aprender esto, yo, Dawnaril Quietleaf, había ahondado en textos antiguos, pequeños retazos de historia que conforman nuestro legado. Fue hasta ahora un trabajo arduo de recopilación y práctica arcano-marcial de décadas dedicadas a ello , el cual aun realizo hoy en día.

Todo este proyecto de búsqueda, me valió el reconocimiento de algunos grandes sabios de nuestra comunidad, y posteriormente, al poder demostrar mis progresos, el apoyo de ellos para conformar una organización únicamente constituida por elfos (Para mantener entre nosotros el secreto del sagrado conocimiento de nuestros ancestros, y supuestamente exclusivo). En aquel momento me había comprometido ansioso a liderar el prometedor grupo.

Loremaster Arnemar, que significa 'Honor del sur', decidió no dejar la cuestión a libre discusión del consejo de sabios. Salió poco tiempo antes del momento estipulado, dando a conocer su decisión. El accedería a la alianza propuesta.
Nosotros, deberíamos acatar.

Esta decisión de no discutirlo en el consejo provocó gran disensión entre los sabios y también los imprudentes jóvenes como yo lo era. Y fue entonces que luego de hacer una fugaz reunión con algunos de los mas importantes elfos en desacuerdo, decidieron enviarme a plantearle que reconsiderara su posición. Esto solo sucedía en casos muy extremos, siempre vivimos muy bien bajo el liderazgo de Loremaster Arnemar, pues siempre fue sabio y justo; solo una vez hacía algo mas de un siglo algo similar sucedió cuando un par de elfos solares conservadores, cuestionaron el acceso a la ciudad de los bosques de unos aventureros heridos que buscaban refugio, a salvo de unas salvajes criaturas que les habían atacado, lo cual yo consideré trivial en su momento.
Así fue que fuí bajo el pedido de esta gente muchos de los cuales me habían apoyado cuando yo había iniciado el grupo de buscadores, investigadores y ahora en algunos casos como el mio practicantes Duskblade.

Y en la noche acordada con Hadrune, tiempo antes de que el hombre llegara, me paré frente a Arnemar a pedirle que reconsiderara, quien al negarse rotundamente, luego de enterarse de la reunión sin su consentimiento, yo ignorantemente envalentonado por la cantidad de palabras de adulación y respeto recibidas en el ultimo tiempo, no pedí, exigí una explicación.

"No tengo que dignarme a responderte, pero veo que tu impertinencia esta movida por la impetuosidad de la juventud y la inexperiencia." Me respondio tranquilamente, aunque con una mirada severa en su rostro. Lentamente sus facciones de enojo fueron progresivamente tornandose comprensivas.
"En los textos he descubierto la vanidad, el poder, la codicia que esta civilización arrastra, y en ellos aun persiste. Pero tambien he visto entre los antiguos tomos, pequeños fragmentos de las criaturas contra las que se enfrentaron siempre y las que provocaron la caida de Netheril. Los netherinos aunque peligrosos y ambiciosos siguen siendo humanos, son gente, y gente que cumple pactos. Los phaerimm son criaturas solo movidas por el poder, la magia y la muerte de todo lo que existe que fue creado por los humanos, sin discriminar raza, clase o edad. El peligro que los netherinos y una alianza con ellos nos representa , es una minucia comparado a las posibilidades que tendremos de sobrevivir ahora que los phaerimm nos atacarán a nosotros. El odio a la vida misma, que a los phaerimm consume es lo que los Umbras tambien combaten, pues a pesar de las diferencias que nos separan, ahora nos une un objetivo común."

Loremaster Arnemar, me había demostrado una vez mas y reafirmando con seguridad su decisión, porque era él nuestro lider, comprendí lo pequeño del espectro que estaba analizando. Y por la forma que el me miro entendí que el había percibido mi descubrimiento.

Luego de haber dicho aquello, me dijo tomandome del hombro como cuando yo era unas decadas mas joven caminando en direccion a la reunion. "Que la grandeza no te envanezca, ni has de dejar los conocidos puedan pasar por amigos, pues te has descarriado hacia la senda de la arrogancia, casi sin darte cuenta. Todo esto has de decidir como y a quien informárselo especial cuidado en aquellos que dudaron de mi buen juicio, y que han hecho que pierdas el camino, pues aquel que posee la verdadera sabiduría conoce lo que la oscuridad alumbra."

En la oscuridad de aquella noche en los lindes con la parte salvaje del bosque, las sombras empezaron a moverse, tapando toda refracción de la luna. el viento incluso cesó, y tuve la impresión de que por lo menos 10 pares de ojos estaban observandome en ese momento. De la sombra de los arboles una misteriosa figura encapotada rodeada de oscuridad hizo su aparición. lo único que le distinguía eran sus fuertes ojos cyan, que podría apostar el hacía que brillen solamente por su voluntad, y que contrastaban con el tangible aura que oscurecía todo lo que le rodeara.

Loremaster Arnemar dió el si. Una dificilmente distinguible sonrisa se dibujo en Hadrune, el trato estaba hecho.

Nosotros, deberíamos acatar.