martes, 26 de febrero de 2008

Bajo la mansión de Gaarghmand - ¡En Marcha!


¡En Marcha!

(Imagen: Renvor Melker)

Shevaya tenía una sonrisa amplia, mientras acariciaba la cabeza de aquel gnomo que aún se encontraba agitado, tratando de recobrar la respiración. Y Snoozy murmuraba palabras inteligibles en su idioma, mirando al cielo somo si hiciera preguntas a su Diosa Fortuna, Tymora.

En tanto, que los compañeros que ayudaban con el sepelio de Naria, empezaron a pensar en que hacer a continuación.

"Espero que entiendan que no he venido aquí simplemente a destruir este lugar, ni he caído aquí por equivocación ni contra mi voluntad. Estoy aquí porque tengo una misión que completar y confío en que ustedes podrán cumplir con su parte, al menos tu, Roy"- Dijo Renvor clavando su mirada en el Clérigo de Kelemvor.

"Si, señor Renvor" - Respondió sin dudar Roy. Al menos quienes no habían visto a Renvor efectuar sus prodigios empezaron a mirar sorprendidos, la actitud sumisa de aquel siempre activo clérigo.

El mediano se acercó a Renvor sin miedo en sus ojos, mas si curiosidad y para llamarle la atención dado que su estatura no iba con la de el común denominador de los compañeros le tiró repetidas veces de la tabarda. "Señor Renvor, señor Renvor... Cuentenos ¡Seguramente ha de ser una historia emocionante!, como la vez que me enfrenté a duelo a dos bandidos a la vez, en mi viaje desde Luiren... Que yo me moví para atrás y desvié sus armas y luego.. zas! zas! zas!" - Decia Shiti Buaitas mientras hacía ademanes de manejar el estoque que aun se mantenía enfundado en su cinturón- "y le grabe la S y la B en su armadura de cuero y lueg-"

Renvor soltó una sonrisa de comprensión dirigida al mediano y haciendo un gesto de que se detenga contestó- "Me podrás contar cuando hayamos terminado de lo que ahora hay que hacer, que el tiempo apremia. Ahora díganme un portal aquí en este lugar ¿saben donde hay?"

"Yo si recuerdo de uno, en el pasillo este hay unas escaleras..." - Contestó Mirael y se quedó pensando en Zalbath y en Naria, pero pronto volvió en si - "Una criatura de los planos inferiores había tratado de usarlo pe-"

-"Rápido, ¡no hay tiempo que perder! ¡Vámos!" - Apresuró Renvor

-"Muy bien, lidera tu, te sigo"- Respondió casi instantáneamente Roy diciendole aquello a Mirael ya que aquél estaría más que dispuesto también- "Hermano, no tienes que seguirme, debo ayudar a este hombre, pues su objetivo tiene que ver con mis ideales"

-"Yo también iré"- Dijo Ensaloth.

-"Iré igual Roy, pues tus ideales son los mios"- Luego de pensarlo un par de veces

-"No se a donde pero no se irán sin mí, mi señor"- Habló entonces la semielfa Shevaya, mientras alzaba sobre los hombros a el gnomo de vestimentas salvajes, que sonreía como si de un niño se tratara, con una inocencia que contradecía sus proezas realizadas recientemente.

-"Pues yo no pienso morir aquí, iré con ustedes, mis artes seguro pueden ser bien recibidas ¿verdad?"- Preguntó anhelante Kaoru, pues veía que su fin estaría cerca si se alejaba de aquellos con quienes había sobrevivido.

A todo esto, Toolegar, seguía con su Urgosh enano clavado en la punta de lanza sobre el piso mirando a la tumba de su difunto amor con los vacuos ojos faltos de emociones y lágrimas aun aunque nadie habría de saberlo jamás porque estaba de espaldas al grupo, mientras que Snoozy que también presentaba sus respetos en ese momento, se giró y bruscamente preguntó -"¿Que es lo que vamos a hacer allí abajo?"

"Si no deseas venir no te lo impediré, pero tienes que saber que iremos a uno de los lugares más poderosos del multiverso, por lo que no estás obligado a aceptar venir con nosotros."-Se volvió Renvor explicándole a aquel enano- "Y en cuanto a tí enano, tu compañera no hubiera querido que tu mundo se detuviera aquí y te precipites a el olvido y a ahogarte en el dolor, sino que hubiera querido que continúes a tu destino, cualquiera fuera este."

A pesar de las comprensivas palabras que Renvor había largado para apaciguar el dolor del enano, poca diferencia lograron hacer en el sus palabras, pues el testarudo Tool seguía aun frente a la tumba, sin girarse, ni pronunciar palabra.

Y del sur del pasillo, de donde había venido Marcus Greenhilt con el resto del grupo, una figura humanoide de gran contextura física, hizo aparición deshaciéndose de las sombras que le cubrían para adelantarse a la zona donde las antorchas y los magos del grupo habían conjurado sus versiones arcanas de luz sobre sus respectivos báculos y otras flotando sobre sus cabezas.

Casi inmediatamente, Dearka el arquero, tal como su función era(Proteger la retaguardia) cumplió nuevamente con ella al, a la velocidad del rayo alzar su arco con una flecha cargada en dirección al misterioso personaje cuyos descuidados pasos a trote no habían sido hechos con el objetivo de pasar desapercibido. Pero enseguida lo bajó...

"Disculpad mi tardanza noble enano.. veo que hemos llegado tarde... Mis mas acérrimas disculpas. Pero deberás ser fuerte, mi amigo, y esa fuerza no solo es física sino que debe de estar acompañada de tu espíritu, por tu inversión en el futuro" - Esa forma de hablar... ese dialecto, ese léxico... era él, Frosg Van olhBerr el semi-orco que había sido de los más doctos de la sociedad humana donde vivió, para deshacerse de los prejuicios sobre su cultura, estudió con una perseverancia casi increíble en alguien de su raza logrando hablar a veces en términos que ni siquiera los humanos que vivían en aquel pueblucho donde se había criado lograrían hablar jamás, ganándose de esa manera su respeto. Y mucho tiempo después de conocer a los compañeros, se había ganado la confianza y camaradería de Toolegar por sobre todos los demás compañeros.-

"Frosg, ¡mi querido amigo!" -Pensó en aquel momento que jamas se le hubiera cruzado por su cabeza entablar amistad con un semi-orco hace tan solo tres meses atrás y ahora no obstante estaba estrechándole en un abrazo tal que aquel corpulento humanoide estaba alzándole medio metro sobre el suelo en un amigable abrazo para luego bajarle. Y secándose los llorosos ojos para luego girarse- "Tienes razón, iremos contigo" -Resolvió finalmente, por el semi-orco y el, ya que iban juntos a casi cualquier lugar.

"¿Podrían explicarme que hace Gaarghmand con nosotros? ¿No se supone que no es a él a quien buscamos?" - Preguntó Frosg, luego de haber visto las caras nuevas y las que no tanto, y deteniéndose en Ensaloth, que se disponía a acompañar a los compañeros, pues gozaba con ellos de una seguridad que cuando se le acabaran los conjuros le resultaría más que útil.

"Es una larga historia" -respondió Mirael -"el asunto es que no es Gaarghmand, ya te lo explicaremos en el camino, ¡en marcha!"

Rápidamente Snooz decidió ir con ellos- "Está bien, está bien, iré con ustedes, que sin un poco de suerte para cuidarles ya estarían andando ciegos por el averno."- Nunca aceptaría que fue con el grupo por que de no hacerlo se quedaría solo, ya que el mediano seguía contándole las historias a Renvor y el resto de los compañeros y este era el último de los que habían quedado con ellos sin ponerse en movimiento.

Al el enano decir esto, Roy, quien estaba mas cerca de Renvor, percibió que aquel misterioso personaje palideció levemente y empezó a caminar hacia donde había doblado Mirael y posteriormente bajado las escaleras, casi sin prestar atención al entorno, como si se hubiera abstraído del mundo real. Inmediatamente volvió a la normalidad, por lo que Roy no se preocupó demasiado.

Ya se enterarían de la Misión de Renvor.-

miércoles, 20 de febrero de 2008

Bajo la mansión de Gaarghmand - La apuesta

La apuesta

NdA: Esto no solo es el rol de los fines de semana, porque no siempre se ve que los jugadores representen roles, a veces por sueño, a veces por vagancia o simplemente falta de imaginación, o quizás incluso el Master que no presta atención. Es por eso que quizás agregue cosas que en una novela si van, y actúan como cadena de una y otra situación. Espero lo entiendan.


No solo Renvor ayudó con a cubrir aquella tumba improvisada, sino que enseguida Roy y Marcus se prestaron para la acción. Ensaloth volvía a su reiterativo repaso de su arcano libro, mientras Kaoru por otro lado se ponía a tratar de deducir como salir de allí engañando a la muerte. Dearka el arquero estaba ahora, de nuevo pendiente de los pasillos el Sur (de donde su grupo venía) y el Norte(de donde, mas allá de la intersección Naria y Roy habían caído).
El gnomo de Shevaya, ocasionalmente tomaba una piedra del tamaño de su cabeza que había entre los escombros de aquel lugar y la llevaba y se la daba en las manos a los que estaban tapando con la gran piedra a los restos de Naria, luego de tirarles de las ropas o golpearles la armadura para que le prestaran atención. Aquel hombrecillo no hablaba, pero emitía sonidos sin vocablos cual una niño humano que no llegaba a los 3 años. Igualmente era bastante mas razonante que una criatura de ese tipo y mucho mas desarrollado física y mentalmente. Podía decirse que se hacía entender.







Shevaya al ver aquel comportamiento, se limitó a divertirse mirándole hacer su "obra de bien". Porque había pensado en cobrarlo como un extracurricular, a quien la había contratado, pero dado la poca utilidad decidió desistir. Ya habría otras oportunidades de conseguir ganancias, y este espectáculo estaba entreteniéndola, literalmente Ad Honorem.

-"Eh pequeño, trata de llevar aquella roca, quizás mas grande sirva más" -Dijo entonces Snoozy, que también estaba a un costado, contando sus pertenencias y preparándose para el viaje que habría de continuar... y obviamente estaba muy divertido mirando lo que aquel gnomo hacía. Y le había señalado una roca de el mismo tamaño que la pobre criatura.

-"Espera pequeño, no vayas aun" -Dijo Shevaya con ambiguas facciones, en sus razgos sesgados dibujándose una sonrisa- "Hagamos una apuesta" - Dijo, creyendo haber encontrado entonces la forma de conseguir algo de dinero.-

-"Mmh... mi religión impide no aceptar, pero dependiendo de lo que estemos apostando, de cuanto hablamos"- Respondió entonces Snoozy, escéptico.

-"Muy bien, pues esta es, te apuesto una pieza de oro a que mi pequeño puede llevarles aquella piedra que le mencionaste hasta el grupo que esta tapando la tumba."

-"Por las barbas de mi madre, ¡Tienes un trato querida!"

-"Ve pequeño, házlo, haz lo que el señor enano te pide, vamos, por mami, ¿si?" - Le dijo Shevaya al gnomo, que claro, difícilmente puede ser su madre... Pero sus palabras parecieron hacer mella en el hombrecillo que se acercó a la piedra y empezó a hacer fuerza para levantar aquella piedra.


Aquel pequeñín, pensándolo mejor, no era nada similar a un niño. Empezó a hacer fuerza para levantar la roca, tensando los músculos, poniéndose colorada su cara, y consecuentemente haciendo un bufido tan agudo que podía ser una tetera silbadora con agua hirviendo y no un gnomo lo que hacia ese ruido. La roca se empezó a levantar del suelo, aunque no sin un gran esfuerzo. Con dificultad, la misma la había alzado delante de el como si abrazara a un pariente que hacia tiempo de no verlo. El gnomo en lo que parecía el máximo de su fuerza, se estaba tambaleando.


-"Vamos pequeño, que sino mami se pondrá triste" - Le dijo Shevaya con una perfecta cara de acongojada que por lo que se vió, revitalizó al gnomo que , como si se hubiera sobrepuesto a las diferencias e imposibilidades físicas de su pequeño cuerpo, lentamente alzó la roca sobre su cabeza con un grito agudo y prolongado. Al hacerlo se notaban sus ojos inyectos en sangre, su mandíbula temblaba, notándose su impresionante esfuerzo. un paso tras otro una velocidad constante haciendo el grito con cada paso mas fuerte, y cada paso más veloz.


Tras determinada cantidad de pasos llego a donde los sorprendidos caballeros que estaban ayudando con la tumba de Naria. - "Gracias Pequeño" - dijo Marcus, que se tuvo que ayudar con Roy para agarrar la roca y ponerla en lo que sería la tumba de la enana. Snooz tuvo que pagar aquella moneda de oro, y empezó a mirar con mas respeto a aquel pequeñajo tan fuerte.

jueves, 7 de febrero de 2008

Bajo la mansión de Gaarghmand - El reencuentro con los compañeros

El reencuentro con los compañeros


Luego de todos pasar a rendir respetos a la enana, el resto del grupo hizo aparición.

Un grupo de personas bastante grande, compuesto de un hombre cuya armadura bien cuidada, lucía en su peto un simbolismo idéntico al de Roy Greenhilt, el clérigo. El mismo iba detrás de un hombre de complexión ligeramente delgada de cabello color miel que ocultaba sus orejas cada tanto al caminar, mostrando su herencia élfica. Y venía agarrando de la mano a un pequeño hombrecillo, un gnomo, que iba vestido con unas pieles. El pequeño era todo ojos para quien le dirigía.
"Allí señor Greenhilt" - Dijo aquella persona que iba a la delantera y fue entonces, al hablar, que el hombre de casco pobremente lustrado, vestido con unos pantalones de cuero y un camisote de mallas era en realidad una chica. y una chica guapa ahora que podía Roy prestar atención. En aquel momento le recordó, era Shevaya, la mercenaria que su hermano había contratado para ayudarle a encontrarle a el, y ahora ella era parte del grupo que deseaba salir de aquel lugar. Acompañándoles a los recién llegados, desde el pasillo sur, venían un hombre de azules túnicas, con la mirada perdida, al parecer haciendo cuentas en el aire, recorriendo un mapa mental o algo similar, aunque no disminuía el paso por hacerlo, seguido de un hombre lagarto una especie de mezcla de humano de complexión poderosa y un lagarto, con manos terminadas en garras, una cola larga y mandíbulas cuajadas de dientes, cubierto con unas pieles, y a su lado una pantera de complexión no menos importante, al menos así le parecía a la curiosa comitiva que iba atrás; un mediano, que venia charlando de muchísimas cosas con un enano, de barba bien cuidada, que estaba jugueteando con un par de dados de seis caras en una de sus manos, pero como escondidos. El barbado compañero, trataba de no prestarle mucha atención a aquel mediano hablador, pero la curiosidad le estaba ganando la batalla.
Detrás, cerrando la comitiva, Dearka Elsman, el Arquero de los lindes del bosque de Hulak, que venía mirando oportunamente hacia atrás, siempre atento a los movimientos y sonidos que pudieran provenir de la retaguardia, haciendo pasos silenciosos, a pesar de que fueran inútiles dado el estruendoso murmullo del mediano, o al menos así sonaba a sus élficos oidos.
Pero aquel murmullo que apenas era audible en el frente de aquella comitiva, quedó a su vez opacado por el torrente de palabras salidas del Caballero que avanzaba con porte seguro con una ruidosa armadura para un lugar tan cerrado, y por si fuera poco, al escuchar las palabras de Shevaya, Marcus Greenhilt, se acercó a donde Renvor conversaba con Roy en un lúgubre tono, mirando hacia un foso, y empezó a largar palabras cual catarata con aguas crecidas.
"Hermano!, ¿como te encuentras? ¿Que ha sucedido?, vimos con el resto de los compañeros una luz proveniente de aquí, por Kelemevor, ¿que...? ¡Naria!..."-Un silencio sepulcral llenó la sala, a pesar de que algunos aun no se conocían, o al menos eso pensaba Marcus, y solo el sonido de los pasos de los compañeros que venian con el acercándose perturbaban el respetuoso silencio, acompañado de alguna que otra sorbida de la nariz de Tool.

Luego de unos minutos, donde finalmente el movimiento se detuvo, para solo escucharse el silencio, el hombre de túnicas azules, quien había salido de su ensimismamiento para presentar sus respetos a la muerta, no pudo contener sus miedos y decidió explicarlos en voz alta...

"Esto es solo el principio, no hay nada que podamos hacer así como ha muerto una experta en la estrategia y una habilidosa compañera a la par que excelente trovadora, vamos a ir cayendo nosotros de uno en uno. Es el final. ¿Cual es el sentido de continuar?"

"La muerte llegará si eso es lo que corresponde suspicaz arcano, esta forma parte de la existencia, pero no hemos de apurarla, estamos aquí para vivirla, sean las decisiones que tomemos las que nos forjarán el alma para cuando pasemos a la otra vida." - Le contesto Renvor a lo que Roy asintió con seguridad y Marcus miró asombrado, pues aquellas palabras ya las había oído muchas veces, y formaba parte de los preceptos bajo los que él se regía.

"Además Kaoru, puedes tener fe que las posibilidades de salir de aquí aumentan si los sucesos inexplicablemente afortunados nos cubren la retaguardia, ponte en manos del destino y confía en tu propia suerte, Tymora proveerá." -Le dijo el enano y tan pronto como dijo esto le guiño un ojo en señal de complicidad y luego se dió vuelta para dirigirse aquel hombre de contextura física imponente pero no exagerada. y mandíbula rectangular marcada- "Un placer conocerle señor, maese Snoozy a su servicio" -E hizo una pequeña reverencia a aquel extraño humano que había hablado previo a el.-

"Renvor Melker; El placer es todo mio, Portador de Suerte" -Respondió Renvor-

"Disculpa Marcus" -Dijo Roy- "¿Y aquel mediano mediano que viaja ahora con ustedes?.. Digo, ¿Con nosotros ahora que estamos todos juntos?"

"Es-" -dijo Marcus pero fue súbitamente detenido por aquel pequeño hombrecillo, vestido con una ligera armadura

"Mi nombre es Shiti Buaitas, discúlpeme señor Marcus, pero prefiero dar mi introducción yo solo, bueno en realidad no me molestaría hacerlo acompañado, pero siempre que la otra persona esté en sincronización conmigo para que ambos sepamos bien que decir. El mejor espadachín mediano de Luiren a su servicio." -Dijo luego con una sutil reverencia que lo hacia ver de un tamaño mas pequeño que el gnomo, que era en realidad casi una cabeza mas pequeño que el y al hacerla prosiguió dando una muestra de respeto al reincorporarse- "Buenos... ¿Días, tardes..? la verdad no estoy muy seguro de que porque teniendo en cuenta que tenemos un techo que me impide ver el cielo no puedo saber a que hora del día o de la noche estamos; como los enanos. Yo soy muy amigo de los enanos ¿Sabe? aunque algunos son medios gruñones, son muy buenos todos los que he conocido. Como Snoozy, el ha estado escuchando de buen agrado todo lo que he pasado hasta llegar hasta aquí. yo se lo he contado."

-Enseguida un remolino de enojo y palabras salieron de el enano, que hasta ese momento había sido risueño y simpático, al parecer hecho una furia- "Escucheme, y escucheme bien señor..." -haciendo memoria en medio del largo palabrerío de aquel hombrecillo, a ver si podía sacar aquel dato de allí, al finál con éxito- "señor Buaitas; que haya escuchado toda su barba enana de cosas no significa que yo sea su amigo, sino que yo no quería pronunciar palabra la amistad de un enano no es algo que se gane de esa manera. Tiene que aprender la amistad enana es un proceso lento, como moldear la piedra con las manos. Si usted cree que tan fácil un mediano se hace amigo de un enano está equivocado. ¡Mi silencio no significa amistad!" -Rezongó el enano y se quedó mirándole fijo, mientras se le bajaban muy lentamente los humos.

El mediano, luego de esperar a que las tonalidades coloradas bajaran de la cara de Snoozy reanudó su charla, esta vez con Marcus- "¿Ve lo que le digo? Son muy buenos todos, algo gruñones." -Y luego se giró a Snooz que miraba al mediano, con casi tanta bronca como hacia unos instantes- "No te precupes Snoozy, me haré digno de tu confianza, ya verás" -Y aquellas palabras parecieron calman al irritado enano que se limitó a gruñir y refunfuñar por lo bajo tan inaudible que solo los elfos del grupo lograron escuchar- "Un mazazo congelante en tu trasero se va a ganar tu confianza..."

-Una sonrisa se arrancó en los rasgos de los hermanos Greenhilt, Incluso en las frías y distantes personalidades de Ensaloth, y Shevaya. Por unos instantes hasta incluso Kaoru olvidó que estaba aprisionado allí- "Luego te contaré" -Fueron las palabras de Marcus a su hermano, casi en un quedo susurro. Pero con la vista también se entendían por lo que aquello simplificaba todo lo que tenían que decirse.

Mientras por el otro lado, Felagund durante toda esta conversación sucedida hasta acá se había limitado a mirarles de lejos, buffear y suspirar, aprovechó para alejarse unos pasos del grupo y recordar aquella época en la que él había vivido, su familia, y como lo había perdido todo con añoranza pero sin que la tristeza pudiera apoderarse de él, ya que otra emoción, la ira, estaba gobernándole.-

Fue entonces que Tool se expresó después de tanto tiempo. - "Roy, Renvor, Ayúdenme a taparla" -E inmediatamente los tres se dedicaron a la labor del sepelio de aquella enana fallecida en batalla.