(Mazho, día 10 de la tercera dekhana, año de la Inquietud)
Hace tiempo que las plumas no corren sobre el pergamino. He tenido unos tiempos bastante ajetreados y he estado recopilando información entre las pilas de notas de mi maestro. Entre los legajos encontré una carta que jamás llegó a enviarse, y creo que debería llegar a su destinatario, pero como no he logrado saber quien pudo ser, la transcribiré tal y como la he encontrado para, quiera Oghma algún día, pueda leerla, si Tymora así lo quiere, su destinatario si por casualidad leyese estas obras que voy transcribiendo con tanto sacrificio de sueño por mi parte. Tal vez mi escrito atente contra la intención de mi maestro de mantener el secreto sobre esta organización, pero las obligaciones con Oghma son las de almacenar la sabiduría para las generaciones venideras, y eso me propongo hacer.
De nuevo me acerco a vosotros, miembros del Concilio de los Reinos, para comentaros con el mayor detalle que me sea posible alguna que otra información que os pueda servir en vuestra lucha como adalid del conocimiento. He tardado en continuar la correspondencia, pero como bien sabéis, las cosas han cambiado rápido e inesperadamente. Han sido muchas las alteraciones que ha sufrido Toril en poco tiempo y algún día, si no yo alguno de mis acólitos, los relataré ampliamente. Me habíais comentado en la misiva previa que la desazón y la impaciencia os corroía por saber más de Aquellos que Tocan el Arpa. He de deciros que espero que con estas letras encadenadas podáis saber más de esta organización semisecreta, que pese a todos mis esfuerzos en pos del conocimiento no creo que pueda alguna vez llegar a comprender.
¿Quiénes son los Arpistas?
¿Necesitan presentación? Creo que no. A lo largo y ancho de Faerûn los Arpistas son una de las sociedades secretas más extendidas de los Reinos. Aunque sus insignias son raramente contempladas lejos de las Tierras centrales y del Salvaje norte, también sus agentes y seguidores se extienden por el sur de Abeir Toril, e incluso se rumorea (aunque os puedo confirmar la veracidad de este chismorreo) que también por otros continentes. ¿A qué se debe esto? En el sur, especialmente en Tezhyr, los Arpistas son contemplados con sospecha y en muchos casos con directa hostilidad. Las fábulas que han extendido los Caballeros del escudo (de los cuales ya os hablé hace tiempo) y otros grupos (como los Rundeen o la Runa retorcida) los "pintan" como agentes sedientos de poder que buscan heredar los tronos de los países del sur. Nada más lejos de la realidad. No olvidemos que los Arpistas, como cualquier otra sociedad secreta o no, tiene muchos miembros con diferentes orientaciones. No todos son avatares del bien, y de hecho, el mismo caos inherente a la organización es fuente de los principales problemas internos que ha sufrido, pero aunque haya muchas ovejas negras (más de las que sus líderes desearían) no dejan de ser una organización bien alineada que pelea contra todo aquello que amenaza a la civilización: dragones, trasgoides, hordas orcas y por supuesto otras organizaciones o individuos malvados. El grupo cree en el poder del individuo (raramente se juntan mas de tres arpistas en una misma misión), el equilibrio entre la naturaleza y la civilización y el bien de la humanidad (es fundamentalmente una organización humana) y por ende de sus aliados de otras razas. También gustan de preservar las leyendas y hazañas del pasado, para que todos puedan aprender de ellas en el futuro. ¡Por Oghma que en eso coincido plenamente con ellos! Una de las cosas de las que se les acusa (ciertamente) es la de manipular o al menos intentarlo las decisiones de muchas de las razas civilizadas, con tal de mantener el equilibrio. Esto es como la moneda de Tykhe, tiene su lado bueno y su lado malo. Pero eso es motivo de discusión en el foro que formáis, no en esta carta.
La Insignia de los Arpistas
Los Arpistas llevan una insignia, ...¿pero qué significa llevar esto en el borde de la capa?. Para muchos miembros de Los que Tocan el Arpa es la manera de identificar a los "colegas" de profesión y en este caso de afiliación. En una organización tan desorganizada como los Arpistas (no olvidemos que su estructura jerárquica deja mucho que desear en comparación con por ejemplo la Red negra o incluso los Ladrones sombríos) esto es de vital importancia, además de que cualquier viandante de cualquier ciudad de cualquier país puede ser uno de los que vigilan en las sombras y que sirven al símbolo del Arpa y la luna creciente. Se tiende a pensar, idealizadamente, en los Arpistas como un grupo de combatientes del lado del bien perfectamente organizados que nunca fallan en la consecución de sus planes y en realidad no distan demasiado de ser un grupo de aventureros (amplio, pero caótico). En sus rangos abundan los "lobos solitarios" que trabajan individualmente sin dar parte a sus compañeros, siendo la tónica común la desorganización y el secretismo (que ahora les ha hecho tanto daño). La mayoría de sus agentes no trabajan nunca en grupo... suelen hacerlo con personas ajenas a este. Como el sabio cofundador de los Arpistas, Elmínster (cofundador porque aunque fue el que ideó el concepto, Khelben también le apoyo desde un principio, así como las Siete hermanas y muchos elfos importantes en la jerarquía de Myt Drannor) comentó una vez para diferenciar a los Arpistas del resto de organizaciones secretas de Faerûn : "este es el único grupo que se preocupa de las consecuencias de sus acciones sobre los demás". En el resto no dejan de tener las funciones (aunque no el fin) y los medios muy similares a los de, escribamos, los Magos rojos de Zhay. Los Arpistas veteranos suelen ser cuidadosos y cautos, pero los jóvenes (la mayoría) tienden a precipitarse buscando la manera de solucionar el mundo ellos solos y si es "antes" que "ahora" mucho mejor. Otros también llaman a los Arpistas los "entrometidos" de Faerûn y este comentario es bastante apropiado. Todos trabajan para lo que ellos consideran el "bien" (aunque los Arpistas, a nivel personal, tienen diferentes conceptos de lo que esta palabra abarca/implica/supone, lo cual les ha llevado a mas de un conflicto interno), y todos lo intentan lograr utilizando el engaño, tapaderas, cosas que no son lo que parecen ser, y acciones encubiertas antes que el enfrentamiento directo. Ellos usan estos métodos donde otros usan la extorsión, el abuso de poder, el soborno, el asesinato y el miedo, como los Zhentárim. Se puede decir que los Arpistas, son como muchas arañas tejiendo una gran tela, que poco a poco va envolviendo al enemigo, pero sin que ninguna se atreva a acercarse en solitario y luchar.
Facciones de los Arpistas
Pero no todo es caos en este grupo. El Código Arpista es un documento que busca la simplicidad pero que es duro de seguir: trabajar contra la villanía y la maldad, mantener a los pueblos libres del miedo y la opresión, ayudar al establecimiento de la ley y el orden para obtener la paz allá donde las leyes sean justas y se hagan cumplir, y prevenir los extremos de poder (es decir, el desequilibrio) y las influencias que puedan inclinar la balanza de Waukin y Tymora, o lo que es lo mismo, la riqueza y las oportunidades en la vida. ¿Sencillo? Aparentemente sí, realmente, no. Para cumplir estos estamentos, los Arpistas deben hacerlo dejando de lado sus propias ambiciones y orgullos, y en la mayoría de los casos su propia comodidad. Son su propia "policía" (los Arpistas traidores deben morir) y son libres para reprender a otros arpistas, mostrarse en desacuerdo con ellos, o ayudarlos sin esperar recompensa por ello, preservar el pasado, acumular el conocimiento escrito y demás labores que abarcarían mas de un pergamino. Como diría un campesino del valle de Arkhen: "el que mucho trigo abarca, poco aprieta el fajo".
Algunos Arpistas prefieren trabajar activamente y cooperando con otros miembros de la organización, siguiendo una jerarquía más o menos estructurada y persiguiendo unos planes a largo plazo. Esa facción es la que tiene su sede en el Salón del crepúsculo de Berfôska, liderada por la bardo semielfa la Señora Cylyria.
Otros prefieren manipular sutilmente los hechos "entre bastidores", practicando juegos políticos en medio de gran secretismo. Khelben es el mas poderoso entre los Arpistas que han escogido este camino, y tanto él como sus seguidores tienen "roces" con la primera facción (de hecho los Lunastros de Khelben no son considerados arpistas por la propia Cylyria).
¿A qué se debe esto? Como ha quedado explicado, Bran Skornsul (al que le atan lazos con Arylin Filo Lunar) y Cylyria siempre se han mostrado suspicaces ante Khelben y Léral por motivos que ya casi han quedado olvidados, menos para sus corazones. Bran y Khelben no se tienen aprecio y eso quedo demostrado en cuanto que fue el "Cuervo" quien persiguió las pruebas del robo del Cetro de los reyes hechiceros hasta dar con el artífice. Tal vez si hubiese sido otro Arpista, hubiera guardado la información hasta estar mas seguro de ella, pero dado que implicaba a su principal "rival" (Bran no se considera lo suficientemente valorado por parte de la tercera rama que veremos a continuación y cree que Khelben busca más sus propios intereses que los del bien de Faerûn, enseguida se los entrego a Cylyria y esta los publicó a los cuatro vientos. Khelben tampoco ve con buenos ojos a Bran por los sucesos acontecidos durante la muerte de Amnestria... pero eso es otra historia).
La tercera rama de los Arpistas premia a los aventureros independientes, y cree en que cada individuo puede ser más poderoso que cualquier organización. Captan a aventureros que actúan más o menos como agentes secretos. Esta es la facción liderada por Tormenta, encargada de encontrar candidatos desde el valle de la Sombra y ayudada por su hermana Paloma y Elmínster.
Consecuencias de la Ramificación Interna
¿No más que una pérdida de poder? Más que eso, una división interna que puede afectar al futuro de las naciones de Toril. Los Lunastros no creen que el caos presente en las filas de los Arpistas de Berfôska pueda ser positivo para luchar organizadamente contra el mal que la profecía de Khelben anticipa. Los segundos creen que los Lunastros están contaminados, y que el hecho de que "Vara Negra" capte agentes que provengan de otras organizaciones y con ideales no del todo buenos no ha de ser nunca positivo. Si siempre han funcionado así ¿por qué no seguir haciéndolo? Tal vez los únicos que se salvan de la quema son los habitantes de los Valles, porque se mantienen neutrales ante ambos grupos. Siguen trabajando independientemente pero colaboran con ambos...y Elmínster apoya a Khelben...¿pero también a la Señora Cylyria?. En la costa de la Espada, el Norte, Cormyr, los Valles y las Tierras centrales los Arpistas son vistos como héroes por la gente común. En Amn, Tezhyr, Calimshán no son considerados más que otra cábala de siniestros intereses como los Zhentárim. Los últimos informes que han llegado, cuentan que la rama de Berfôska está colaborando con Sememmon de la Fortaleza Oscura, decididos a impedir que la Red negra se extienda mas al oeste. El mago de la Red negra, alejado de los Zhentárim, busca una sutil venganza contra Fzoul...¿serán ciertos estos rumores? ¿Se habrá convertido en una pauta que los Arpistas y los Zhentárim colaboren? Pero esto no acaba ahí...fuentes fiables comentan que en Sembia y en los Valles orientales, Los que Tocan el Arpa mantienen tratos comerciales con los nuevos Enclaves de los Magos rojos. No son muchas las ciudades que los aceptan, ¿pero si ahora lo hacen los Arpistas implicará que sean aceptados? El único requisito es que no practiquen el esclavismo, pero parece ser que los portadores de la insignia del arpa están preocupados por la pérdida de poder mágico y buscan recuperarlo adquiriendo objetos arcanos de manos de los thayanos.
Atentamente,
Dannyl Roshler, Elegido de Oghma
Blesarim de Argluna, acólito de Oghma.
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