miércoles, 9 de julio de 2008

Retazos de Historia II - El retorno de los archimagos

Las umbras están aquí y van en serio. Su aparición ha preocupado mucho a los consejos de sabios y estudiosos, y difícilmente haya una ciudad en Faerûn que no haya oido rumores sobre estos misteriosos extranjeros. ¿Quienes son estos seres enigmaticos? Nada menos que un pedazo de historia viviente desgarrado del pasado casi olvidado de Faerûn. Sus antepasados y su ciudad volante partieron de Faerûn hace mas de 1700 años, justo en el momento en que su tierra, el imperio de Netheril (o Nezheril en castellano), era aniquilado por un catastrófico desastre nacido de un desesperado intento por salvar el imperio de los estragos de su mayor enemigo. Como la nación arcana más avanzada de su tiempo, Netheril ostentaba un saber mágico desconocido en Toril desde su destrucción. Hasta ahora.
La ciudad escapó de la desgracia gracias a la gran magia que trasladó a la ciudad y a toda su gente al plano de la Sombra.

Anaurokh es obra de los phaerimm, una raza de poderosos magos no humanos que apareció en la Infraoscuridad bajo el corazón de Netheril hace miles de años. Cuando Netheril alcanzó el cénit de su poder, estos poderosos enemigos crearon una terrible magia de consunción de vida, una maldición que deshidrató las tierras del imperio y empujó a los poderosos archimagos hasta una docena de tierras distintas.

Mucho después de que la ciudad de Umbra partiera de Faerûn, los phaerimm siguieron aterrorizando al mundo hasta que otra raza primordial, los sharnos, pusieron fin a sus expolios.
A finales de invierno de 1371 CV, el Año del Arpa no tocada, un grupo de guardianes de tumbas eternios dirigidos por Galeron Nimhedu descubrió a un grupo de humanos que intentaba excavar un túnel a través del muro de roca de una antigua cámara funeraria élfica con la ayuda de un contemplador cautivo. El propósito de los invasores era alcanzar la muralla de los Sharnos, la barrera mística que mantenía a los phaerimm atrapados bajo Anaurokh, y reunirse con un príncipe de la ciudad de Umbra.
Por alguna causa inesperada, se desgarró un agujero en la muralla de los Sharnos, permitiendo a los phaerimm abrirse paso y entrar de nuevo en gran cantidad en Faerûn. Cuando los phaerimm liberados amenazaron la ciudad de Eterniôn, el Gran príncipe Umbra no tardó en prestar apoyo umbrino a la sitiada comunidad élfica.
Una vez que Umbra hubo regresado a Faerûn, los umbrinos actuaron rápidamente para consolidar su poder y oponerse a los phaerimm, que ya habían puesto cerco a Eterniôn. Los príncipes de Umbra utilizaron su magia sombría para crear un poderoso escudo de sombras, que separó a los phaerimm que rodeaban Eterniôn de la magia de la Urdimbre.
Los umbrinos no perdieron el tiempo y afianzaron alianzas en la guerra contra los phaerimm, enviando mensajes a casi todos los poderes de importancia en la región. Aguas profundas, aunque sospechaba de los motivos de los umbrinos, accedió reluctantemente a trabajar con la ciudad de Umbra, al menos temporalmente. Incluso el dracoliche Malygris, Soberano azul de Anaurokh accedió a prestar ayuda a la ciudad de Umbra a cambio de ser liberado del Culto del Dragón.
Piense lo que piense el resto de Faerûn sobre los umbrinos, muchos elfos han expresado a regañadientes su sincera gratitud por esta valiosa ayuda. Sin el poder arcano de la ciudad de Umbra, Eterniôn habría sido destruida con toda probabilidad. Los phaerimm frustrados en su intento de exterminar a los elfos, se han dispersado como resultado de la llegada de los umbrinos. Telamonte y sus hijos concentran ahora su energía en localizar y destruir a los phaerimm que quedan.
No se sabe exactamente cuantos phaerimm escaparon de su prisión, pero abundan los rumores. Historias que circulan en las tierras junto a Anaurokh dicen que su liberación fue accidental, una desafortunada combinación de energías arcanas en el muro mágico de los Sharnos. Otros rumores indican que fueron las mismas umbras las que arreglaron la liberación de sus viejos enemigos. ¿Que mejor manera, dicen estas historias, de ganarse la confianza y buena voluntad del resto de Faerûn que llendo en ayuda de Eterniôn?
La siguiente gran confrontación se produjo en las Aguas Sinuosas cuando tropas de refuerzo agundinas que viajaban a Eterniôn bajo el mando de Léral y Tormenta Manargenta fueron emboscadas por fuerzas de osgos contempladores e ilícidos dirigidos por un pequeño grupo de phaerimm. Aunque la derrota de la Elegida de Mystra parecía ineludible, los umbrinos apelaron a los servicios de su aliado Malygris, y una escuadrilla de dragones dirigida por el propio Señor
Azul, cayó sobre las fuerzas de los phaerimm y las aplastó.
En ese punto, las sospechas que los agundinos tenían respecto a los umbrinos se hicieron más fuertes, haciendo que la débil alianza entre las ciudades se debilitase. Uno de los Señores enmascarados de Aguas Profundas, insultó al príncipe Aglarel de Umbra cuando éste último apareció ante los líderes de la ciudad para asegurarles que los dragones no representaban ninguna amenaza para el ejército de Aguas Profundas. Encolerizado por la acusación de traición del señor, e insultado por la negativa del mismo a ofrecer una disculpa, Aglarel Tanthul retiró la oferta de una alianza formal con Umbra y rescindió la promesa de su ciudad, negando cualquier ayuda posterior a Aguas Profundas.
Tras ello los umbras dedicaron su atención a las ruinas de Myt Drannor , que durante mucho tiempo había sido el hogar de un enclave phaerimm.
A pesar de la retirada de la ayuda de Umbra, el ejercito de Léral alcanzó Eterniôn. Sin embargo, gracias a la retirada de los umbrinos, los defensores de Eterniôn sufrieron una severa derrota y se vieron forzados a retirarse y reagruparse.
Mientras, la princesa Alusáir Obarskyr de Cormyr estaba agasajando a los emisarios umbrinos y considerando los beneficios de una posible alianza entre el Reino bosque y la ciudad de Umbra. Pero cualquier posibilidad de alianza fue destruída por la inesperada llegada de Galeron Nihmedu. Aunque todavía trataba de controlar el lado oscuro de su naturaleza que su práctica de la magia de la Urdimbre Sombría había liberado, el joven elfo proporcionó de cierta información la cual hizo que Cormyr cambiara su postura. La Regente ordenó a los emisarios que dejasen Cormyr y comenzó a organizar una alianza para atacar directamente a Umbra.
Conscientes de que Cormyr estaba preparándose para asaltar su ciudad, los umbrinos reunieron tantas de sus tropas como podían permitirse y marcharon contra el propio Cormyr. Los cormyreanos estaban preparados para oponerse a los umbras, y se encontraron con ellos en Tílverton, donde se liberó una espectacular oleada de energía que destruyó completamente aquella ciudad.
Algunas voces susurran que fue la ciudad de Umbra la que destruyó la población cormyreana de Tílverton, usando antigua magia nezherina para reducir la ciudad a un cráter humeante.
Se cuenta también que los cinco elegidos de Mystra(Khelben Arunsun, Tormenta Manargenta, Paloma Mandelkhón, Léral Manargenta y Alustriel Manargenta) entraron a la ciudad de Umbra sinser detectados y atacaron desde dentro, no haciendo gran mella en el enemigo, pero evitando por lo visto permanentemente, el efecto arcano que derretía el Hielo Alto.

El Retorno de los Archimagos, como han apodado los bardos a esta serie de acontecimientos, ha dejado en el desorden a gran parte de las Tierras centrales. El ejército de Eterniôn se ha visto casi totalmente destruido, Cormyr todavía tambaleándose tras la pérdida de Tilverton y el posterior golpe de la reciente muerte del rey Azoun IV, y virtualmente todas las naciones de la región se están enfrentando ahora a graves sequías y a una crisis económica. Además, dada la tenacidad de los umbrinos, parece poco probable que esta paz temporal vaya a durar mucho más.

1 comentario:

Pèl dijo...

Hola!

Soy un jugador del Neverwinter Nights, y voy a subir un servidor ambientado en Cormyr.

He copiado este texto para ayudar a la ambientacion. Es muy bueno!

Si le molesta, lo quitaré encantado.

Un Saludo, y siga así :)